Pablo Rossi primer abanderado de la UNRC con promedio 10 dijo: -Siento que el esfuerzo valió la pena-

El mundo va por otro lado también 30 de mayo de 2024
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Este miércoles 29, la rectora de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Marisa Rovera, ofreció un desayuno de honor por Pablo Rossi, Santiago Gutiérrez y Paula Garais, quienes serán abanderado y escoltas de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) de mediados de junio 2024.

Del encuentro, en la sala Pereira Pinto, también fue partícipe Ana Díaz, abanderada saliente; por cuestiones particulares no se sumaron los escoltas 2023/2024.

Uno de los hechos más significativos de este encuentro se basa en que en 53 años de historia universitaria, Pablo Rossi quien estudia la Licenciatura en Ciencias de la Computación va a aportar la enseña patria con un promedio de 10. 

Mientras que, Paula Garais será la primera escolta merced a su rendimiento académico de 9.65 en la carrera de Trabajo Social y el segundo escolta, Santiago Gutiérrez, con 9.31, ejercerá la Ingeniería Agronómica.

Antes de sentarse a disfrutar de un desayuno inolvidable, prensa de la Universidad entrevistó a Pablo  Rossi, quien en primera instancia manifestó que será “un grandísimo honor” llevar el pabellón celeste y blanco y que al ver “tan contentos a los familiares” siente que el esfuerzo “ha valido la pena”.

Agregó que llegó al 10 de promedio como quien no quiere la cosa. Estudiando, claro, madrugando para rendir exámenes finales, aunque sin enloquecer. A él le ha servido una rutina literalmente diaria de estudiar mucho y “el compromiso de cumplirte a vos mismo”.

Compartió su agradecimiento “a la UNRC y al grupo docente” que, desde la Facultad de Ciencias Exactas, Fisicoquímicas y Naturales guio sus pasos en el aprendizaje informático.

Diez en computación, puntaje perfecto en una carrera de las que habitualmente se dice que son difíciles. Al respecto, el secretario académico de la UNRC, Pablo Pizzi, expresó que “todas tienen niveles de dificultad, la diferencia se hace al estar comprometido con la carrera para dar lo mejor y concretar un proyecto”.

Unos de sus docentes dijeron, “Hay que tomar los libros, dedicar momentos para estudiar y desarrollar actividades buenas para cuerpo y mente, con compromiso social”. Valores como “disciplina y perseverancia” son ayudas capitales en pos de la consecución de objetivos en un esfuerzo que es “personal y colectivo”. “Hay obstáculos”, desde ya, y para superarlos es útil determinar “qué quiero ser a futuro”, propuso el titular de Secretaría Académica.

Por su parte Paula Garais coincide en que el 9.65 emerge de “un proceso colectivo y personal” y entiende que el actual es un momento de “varios golpes en lo social”, máxime siendo estudiante de “la universidad pública”.

En efecto, su llegada a Trabajo Social empezó a gestarse “durante la toma de 2018”, a la que arribó al campus como alumna del colegio Santa Eufrasia. Se nutrió de ese clima tan efervescente de nueve días de fines de agosto a inicios de septiembre y meses más tarde ya estudiaba en la Facultad de Ciencias Humanas una carrera que la tiene feliz más allá de “la incertidumbre” nacional. Su pasión por la labor en el territorio se canaliza desde ya a través de “la educación popular en El Galponcito”, centro comunitario cercano al Mercado de Abasto.

Santiago Gutiérrez también va saboreando el futuro. Lo hace asesorando a su familia como estudiante avanzado de Ingeniería Agronómica. “El tiempo dirá”, dice respecto de su ejercicio profesional, que desea no difiera mucho del de sus pasos actuales “dando una mano” arremangándose y valiéndose de lo incorporado en tantas horas de clase en la Facultad de Agronomía y Veterinaria y “salidas a campo”, que para él han sido “lo más lindo de la carrera” junto a “las relaciones con amigos y compañeros”.

Quien ya tenía experiencia en desayunos en rectorado antes de las 9 era Ana Díaz, quien dejará de portar la bandera mayor de la UNRC, por cuyas aulas ha transitado la Licenciatura en Filosofía. Estima que llevar la celeste y blanca en la universidad pública es “un orgullo y una responsabilidad por ser representante de los compañeros”. Su carrera le refuerza “la importancia de pensar” y “reconocer cuánto se les debe a quienes hacen posible” los estudios. Considera que la filosofía es provechosa toda vez que ayuda a “pensar quiénes somos” y lamenta que a veces al referir al desarrollo argentino se dejen de lado las humanidades y se priorice lo económico. Fuente Prensa UNRC.

 

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